Contenido creado por Gerardo Carrasco
Ciencia

Pobrecito el cocodrilo

Costa Rica: abogan por “uso turístico responsable” del cocodrilo

Costarricenses abogan por el “uso turístico responsable” de los cocodrilos, preservando su hábitat y evitando ataques a humanos.

27.07.2014 16:19

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2014-07-27T16:19:00-03:00
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Los cocodrilos, depredadores por naturaleza, son una gran atracción turística en Costa Rica por su gran tamaño y facilidad para observarlos, sin embargo, las expertos llaman a respetar su hábitat para evitar ataques a humanos.

Observar a una persona al lado de un cocodrilo para alimentarlo, y darle de comer con su propia boca, es una actividad común entre los extranjeros que visitan el país centroamericano.
Sin embargo, acciones como estas preocupan a la Comisión para la Conservación de Cocodrilos, quienes aseguran que los humanos están invadiendo el espacio del animal y que por ésta razón se pueden dar ataques.

"Los cocodrilos presentan un comportamiento agresivo por naturaleza y atacan para defender su territorio. La realidad es que son las personas quienes han invadido su territorio", explicó el investigador sobre cocodrilos, Iván Sandoval.

El río Tárcoles, con desembocadura en el Pacífico central, es reconocido en Costa Rica por la gran cantidad de enormes cocodrilos que allí habitan y se ha convertido en un atractivo turístico, pues desde un puente es fácil fotografiarles mientras toman el sol.

Datos de la Comisión para la Conservación de Cocodrilos en el año 2004 lograron cuantificar la existencia de 9,22 individuos por kilómetro lineal en el río Tárcoles, mientras que actualmente se calcula que hay alrededor de 9,5 individuos por kilómetro.

En la zona, además existen tours por el río en los que incluso hay vecinos que arriesgan sus vidas para alimentar a corta distancia a estos animales.

Desde el año 1990, en Costa Rica se establecieron empresas turísticas en el río Tárcoles, donde se inició con la costumbre de alimentar a cocodrilos para atraerlos y así montar un espectáculo con los visitantes.

Esa atracción turística provoca que los cocodrilos cambien su comportamiento y se acostumbren a relacionar la presencia de humanos con comida, por lo que cada vez que un animal de estos ve a una persona se acerca en busca de alimento.

"El cocodrilo es un animal peligroso y nunca dejará de serlo, aun cuando muchas veces haya estado cerca de una persona que le brinda comida como parte del espectáculo. La población debe entender que un cocodrilo no puede estar domesticado, son depredadores", manifestó a Efe el especialista en cocodrilos y miembro de la Comisión para la Conservación de Cocodrilos Juan Rafael Bolaños.

Datos de la Comisión indican que desde el año 1995 se han reportado en Costa Rica 32 ataques a personas, de las cuales 15 han muerto a causa de ellos.

Uno de los casos más recientes es el fallecimiento de un nicaragüense a finales de abril del presente año. El hombre entró en el agua para bañarse, aparentemente después de haber tomado licor, sin conocer que ese río es reconocido por la gran cantidad de cocodrilos que allí habitan.

Testigos y socorristas narraron a los medios que vieron cuando, en cuestión de segundos, los cocodrilos devoraron al hombre y luego desaparecieron en el río con él, sin que pudieran hacer algo para evitar lo sucedido.

En octubre del año pasado, un surfista fue atacado por un cocodrilo en playa Tamarindo, ubicada en la provincia de Guanacaste (Pacífico), aunque no sufrió consecuencias graves.

Tras los hechos, empresas turísticas han mostrado su preocupación por la cantidad de cocodrilos que se observan en playas, mares y ríos.

"En días recientes, el avistamiento de cocodrilos se ha incrementado y ha generado una situación de alerta tanto en los turistas que visitan la costa pacífica como a nuestros trabajadores", manifestó la Cámara costarricense de Hoteles en un comunicado de prensa.

Sin embargo, según los especialistas no existe una sobre población del reptil, sino más bien que las actividades turísticas están cada vez más asociadas a su hábitat.

El experto Bolaños indicó que los ataques se dan por negligencia humana y recomendó que lo mejor es no alimentar a los animales, respetar su espacio y rotular las zonas donde exista presencia cocodrilos.

 

EFE