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Fútbol Internacional
Deportivo La Felicidad

Ifrán disfruta del fútbol en el Dépor

“Me hizo muy bien venir al Deportivo La Coruña, porque puedo disfrutar del fútbol”, aseguró el delantero Diego Ifrán. El uruguayo aseguró que le fue difícil dejar a Real Sociedad y que “se hizo larga la espera” de poder volver a jugar, pero ahora aprovecha la oportunidad que tiene, mientras sueña con Peñarol.

17.04.2014 10:53

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2014-04-17T10:53:00-03:00
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Diego Ifrán recuperó la alegría en el Deportivo, al que llegó cedido por la Real Sociedad en marzo y con el que marcó en los dos últimos partidos, lo que le sirvió para olvidar las lesiones de rodilla y disfrutar de su mejor momento desde que salió de su país -al que añora- dispuesto a triunfar en Europa. "Me costó mucho salir de la Real Sociedad, pero hoy puedo decir que me hizo muy bien venir al Deportivo, porque puedo disfrutar del fútbol", comentó a EFE el ex delantero de Danubio en una entrevista.

El delantero encontró el protagonismo que le estaba faltando en la Real Sociedad tras haber superado su segunda lesión de rodilla, volvió a competir después de casi 10 meses sin pisar el césped en un partido oficial y, además, ayudó con goles a su actual equipo a recuperar el liderato de la Liga Adelante rumbo al ascenso.

"Después de la lesión de rodilla, en la Real Sociedad estuve un tiempito que no me convocaban, luego me citaron un par de partidos pero no tuve minutos y se hizo larga la espera de disfrutar del fútbol, porque lo más lindo es jugarlo", sostuvo.

Ifrán dijo estar "agradecido por la oportunidad" que le está dando el Deportivo, al que le han llevado las vueltas que da la vida, porque hace 20 años, cuando él no llegaba a los 10, había tenido en sus manos, sin saberlo, la bufanda del equipo al que ahora defiende. Su tío se tuvo que marchar de Uruguay con su familia por la dictadura y, cuando pudieron volver a cruzar el charco desde España, uno de sus primos, que reside en Cataluña y era seguidor del Deportivo, le llevó aquel regalo.

Ifrán, además, dijo que "el gol es la vida" para el delantero y ahora los marca en el equipo coruñés, en el que ya disfrutó dos veces esa sensación "inexplicable" que un futbolista tiene cuando acierta: "de te pasan mil cosas por la cabeza".

Ifrán pasó de luchar por meterse en la máxima competición continental con la Real Sociedad a jugar por el ascenso en el Deportivo, "objetivos que, obviamente, no se comparan", pero no se arrepiente. "En el tiempo que tengo en España he disfrutado muy poco del fútbol. Me ha tocado volver atrás para mejorar y volver a lo que podía ser antes", comentó.

Ahora es feliz pero tiene objetivos pendientes, como un sueño que lleva esperando "desde chico", "jugar en Peñarol", su "equipo favorito" algo que le "encantaría". En Uruguay no pudo defender la camiseta aurinegra, con la que se lo relacionó en varias ocasiones, y antes de fichar por la Real Sociedad vistió las de Fénix y Danubio, de los que guarda "recuerdos muy lindos".

En junio cumplirá 27 años y también desearía alcanzar "el sueño de todo jugador", jugar con la selección, a la que seguirá en el Mundial de Brasil. "La última Copa del Mundo despertó muchísimo a todos en Uruguay y la selección está muy bien. Le tocó un grupo bastante difícil, pero le plantó cara siempre a todos los equipos y está para hacer un buen Mundial", apuntó.

De su país, "lo que más se extraña", dijo, son "los amigos, las costumbres con ellos". El fútbol se lo toma como una forma de ganarse la vida que tiene fecha de caducidad. "Es muy lindo jugarlo, pero va a llegar un momento en que voy a querer desvincularme y voy a tratar de hacerlo de todo, porque el fútbol cansa y te prohíbe muchas cosas y algún día hay que disfrutar de la vida también", indicó.

Muchos jugadores optan por seguir ligados al fútbol como entrenadores, pero a Ifrán no le "llama la atención" demasiado: "sería lindo, pero no podría estar de lunes a lunes pendiente del fútbol y sin poder disfrutar de mi familia, de mis amigos, de cosas extras de la vida".

Por eso, "hace poco" comenzó otro "sueño que tenía", susurrar a los caballos en la finca familiar de Cerro Chato a la que puso el nombre de su abuelo, "Viejo Paco": "cuando termine de jugar al fútbol, tendré ahí mi motivación".

EFE | Montevideo Portal