Cerveza de orina y cerveza de colágeno; las novedades más locas en el mundo de la bebida

En procura de diferenciarse de la competencia y obtener notoriedad, los elaboradores de cerveza han demostrado ser muy creativos.

Ya hemos pasado por la crveza hecha a partir de vello de barba, o con cebada cultivada en una estación espacial. También existe una hecha de grasa de ballena y otra que posee 67,5 de graduación alcohólica, y cuyas botellas traen una clara advertencia escrita para evitar que algún bebedor descuidado cometa un "fondo blanco" mortal.

Ahora, dos nuevos lanzamientos están dando que hablar.

El primero corresponde una cervecería artesanal de Oregon, EEUU, que montó un dispositivo de tratamiento de efluentes que le permitirá elaborar cerveza a partir de aguas residuales.

El proyecto cuenta con la aprobación del ente regulador de los servicios de agua del mencionado Estado, ya que se comprobó que el agua tratada por los cerveceros es perfectamente potable. Asimismo, quienes probaron el producto en su fase experimental, aseguran que huele y sabe bien.

La idea es lanzar al mercado una edición limitada de sólo diez barriles, que estará disponible en algunas cervecerías locales, pero no se descarta continuar con la elaboración si el producto es bien recibido por el público.

Mientras tanto, muy lejos de allí, también hay gente buscando nuevas formas de hacer y vender la popular bebida.

Es el caso de la cervecera nipona Suntory, que recientemente presentó su nueva línea "Precious", con la que pretende conquistar el mercado femenino.

La bebida, disponible por ahora sólo en la ciudad de Hokkaido, contiene dos gramos de colágeno disuelto. De este modo, promete embellecer la piel de las consumidoras, idea que ha sido considerada absurda por todos los entendidos en el tema.

Uno de ellos es el dermatólogo neoyorquino Neal Schultz, quien en declaraciones recogidas por Elite Daily, descalificó por completo el producto. Sin entrar en tecnicismos, el profesional explicó que el colágeno contenido en la bebida será digerido por el estómago como cualquier otro alimento.

"Creer que ingerir colágeno hará que pase al torrente sanguíneo y luego será bombeado hacia la piel, es una de las ideas más absurdas que he escuchado", sostiene.